DEGAS (escultor)

Miércoles 21 de septiembre, después de un fin de semana largo y diciochero, en el cual se celebró como un buen chileno con una empanada en una mano y chicha en la otra.

Decidí invitar a mi mamá y a mi hermano, a que me acompañaran a visitar el "Museo Nacional de Bellas Artes". Nos fuimos en metro hasta llegar a la estación "bellas artes", para bajarnos y caminar rumbo a nuestra nueva aventura.

Al llegar al museo, compramos nuestras entradas: 

$300 estudiantes y $600 adultos

Antes de entrar a cualquier sala, decidimos tomarnos un par de fotos en el centro del lugar.

La primera sala a la que entramos fue la dedicada a Edgar Degas, un conocido pintor y escultor, reconocido por sus obras mayoritariamente inspiradas en el ballet.

En esta sala se puede apreciar la mirada y personalidad del escultor, a través de sus obras y citas situadas en las paredes.

Narrándoles mi visión y sentimientos encontrados en el interior de esta mágica sala, que al igual que muchas otras marcan distintos periodos y etapas de nuestras vidas, esta provoco en mí una serie de sentimientos y reflexiones que más adelante le nombrare, mediante el transcurso de esta exposición.

al entrar había un silencio sereno y calmado, provocado por la quietud e intriga provocada por esta gran exposición. 

La primera sección de esta exposición se encontraba repartida en tres partes, llamadas: 1) el saludo; 2) gran arabesque; 3) la danza. Aquí se encontraba un gran número de estatuas, con distintos movimientos de ballet. Lo más impresionante era la forma con la cual este escultor pudo capturar la esencia del movimiento, con una sutileza pura y autentica.  La mayoría de las piezas expuestas aquí median alrededor de 30 a 50 cm aproximadamente.  Esta sala brillaba de una manera particular, ya que en las paredes se veía reflejada distintas siluetas de las esculturas presentes, asiéndote sentir pequeño, entre un gran número de bailarinas, a primera vista parece la propia sombra de la esculturas, pero más tarde vas notando que corresponde al mecanismo de unos proyectores, pero la sensación permanece, o por lo menos en mi caso.

Luego en la segunda sala, se encontraba la cuarta  parte llamada: caballos. Aquí se podía apreciar el nivel de perfección que pudo alcanzar Degas, capturando el movimiento de estos hermosos animales, en distintos momentos de sus cabalgatas. Permitiéndote apreciar complejidad escondida en movimientos simples de un caballo.

la tercera sala, en donde se encontraba, las secciones: 5) cabezas y 6) en el baño. En esta sala se muestra el avance que tuvo en el manejo de los dedos respecto a esta técnica, demostrando que se puede capturar lo esencial de las cosas, no basada en detalles, si no que en la situación presente. Además demuestra que el capturaba movimientos de segundos y pocos comunes, movimientos espontáneos.  En un comienzo pensé: por que tantas veces la misma escultura, más tarde leyendo una de sus citas comprendí el porqué, ya que decía que la perfección se alcanza tras haber intentado la una y otra vez, hasta llegar al objetivo. Comprendiendo que él era un hombre que si se proponía algo, iba detrás de eso hasta que lo consiguiera. Haciéndome sentir que debería seguir su ejemplo en algunos aspectos de mi vida.

En la cuarta sala, se encontraba la sección 7) arabesque. En la cual se encontraban nuevamente mujeres haciendo pasos de ballet. Pero esta fue la sala que más me llego, ya que poseía una frase muy clara y concisa en la pared, la que postulaba, la autenticidad de  las cosas, al no copiar lo de otros, sino más bien seguir nuestro instinto, y una buena manera de hacerlo era con los sueños, ya que son únicos y son solo unos momentos, en el cual ese movimiento que recordemos será lo esencial.

y en la última sala se encontraba el numero 8) bailarina de catorce años. Aquí se encontraba su tan famosa obra impresionista, la cual en el año 1881 al ser expuesta por Degas causo una gran conmoción provocada por inserción de elementos fuera de los materiales antes usados. re formulando el realismo artístico. esta fascinante escultura que se robó el protagonismo de las demás que compartían la sala junto a ella, es traída de la colección MASP del Museu de arte de Sao Paulo Assis Chateaubriand, al igual que sus otras compañeras. Aquella escultura de bronce y otros materiales media 110 x 50.5 x 49.5 cm.  Siendo honesta esta escultura me pone bastante nerviosa ya que realmente da la sensación de estar viva, ya que el grado de orgullo y distracción en su cara, me produce una sensación de escalofríos.

Finalizando podría decir que es una exposición maravillosa y única que vale la pena experimentar, de una manera reflexiva, escuchándose a uno mismo.. ya que eso es lo esencial.